jueves, 29 de diciembre de 2016

1972. MONTAÑA BERMEJA. LANZAROTE. FERNANDO HIGUERAS.

Extractos de la tesis doctoral titulada:

"El Pensamiento Creativo de Fernando Higueras" 
Autora: Ascensión García Ovies.

Se puede descargar completa en el siguiente link de la UPM:
Registro Territorial de la Propiedad Intelectual (nº M-007132/2023)

1972. MONTAÑA BERMEJA. LANZAROTE

“Visitamos Montaña Bermeja, con su bellísima playa de arenas negras, aislada entre dos mares de lava laterales y la propia Montaña detrás. Esta playa era casi inaccesible desde tierra y precisamente por eso mantiene su incontaminada belleza. Existía la idea de edificar en aquella playa aprovechando sus magníficas condiciones naturales. Entonces pensamos proyectar, sin que se notara, la presencia de la edificación y, para ello, ideamos lo siguiente: los dos mares de lava que limitan la playa están cubiertos de agujas cristalinas que los hacen totalmente intransitables; tienen una extensión enorme, pero una profundidad de tan sólo tres o cuatro metros. La lava es aquí crujiente y blanda bastando el peso de una apisonadora corriente para abrir calles hundidas de tres metros, en el mar de lava. Igualmente podrían crearse diversos espacios, que con sólo cubrirlos por el sistema tradicional de la isla producirían las distintas viviendas y apartamentos con sus patios y jardines hundidos de tal forma que, al no sobresalir del mar de lava, quedarían protegidos de los vientos y sólo desde lo alto de Montaña Bermeja se podrían observar, como a modo de blancas telas extendidas sobre el terreno, las distintas viviendas desde las que se accedería a la playa por las calles empotradas en la lava. Todo esto, aparte de no modificar el paisaje desde los puntos de vista normales, estaba de acuerdo con la arquitectura y cultivos del país que se hunden en el terreno, creando maravillosos jardines escondidos y protegidos del viento”. [1]
“La ideas de viviendas invisibles desde la playa adosadas a los patios y calles empotrados en la lava  crujiente  y blanda fácil de cortar o apisonar creando fantásticos jardines hundidos para su protección contra el viento. Sólo desde lo alto de Montaña Bermeja se verán los tejados blancos de las viviendas”. [2]
Revista Arquitectura nº164, Septiembre de 1972
Expuesto en la IV Bienal de Lanzarote 2007
Revista: “BASA, Colegio de Arquitectos de Canarias”, nº24. Artículo: “Desde el origen. La Arquitectura de Fernando Higueras”, de María Isabel Navarro Segura. Primer Semestre 2001.Página 31.



[1]  HIGUERAS, Fernando (Texto de). Escritos de FH “Montaña Bermeja”. Material gráfico (CD-ROM). Currículum Vitae 1958-2004. PALACIOS, Manuel (responsable del diseño y edición). Universidad Politécnica, ETSAM. Ediciones Mairea, Madrid 2004.
También publicado en:
HIGUERAS, Fernando. “Montaña Bermeja”.Trabajos en la isla de Lanzarote: Ciudad de Las Gaviotas, Montaña Bermeja y Hotel Dromedario. “ARQUITECTURA”, nº164. Órgano Oficial del Colegio de Arquitectos de Madrid. Editado en COSOL, S.L., Madrid en Septiembre de 1972. Año 14.
[2]  HIGUERAS, Fernando (texto de). Escrito a puño y letra por FH al lado de sus croquis mano alzada de las ideas ante-proyectuales de Montaña Bermeja.

4 LÁMINAS DE RECONSTITUCIÓN GRÁFICA
Autoría de las imágenes: Ascensión García Ovies, ache



1972. MONTAÑA BERMEJA. LANZAROTE
El entorno de Montaña Bermeja en el sur oeste de la isla de Lanzarote, se encuentra esta zona casi desértica y con suelo de lava muy salvaje y natural como un paisaje casi lunar.

Figura nº1_ HIGUERAS, Fernando. Montaña Bermeja. Año 1972.
Entorno de Montaña Bermeja al sur oeste de Lanzarote.

La descripción de los croquis o bocetos de ideas del proyecto de Montaña Bermeja que FH escribió se publicó en la revista del COAM, “Arquitectura”, nº164. Es la siguiente:
“Visitamos Montaña Bermeja, con su bellísima playa de arenas negras, aislada entre dos mares de lava laterales y la propia Montaña detrás. Esta playa era casi inaccesible desde tierra y precisamente por eso mantiene su incontaminada belleza. Existía la idea de edificar en aquella playa aprovechando sus magníficas condiciones naturales. Entonces pensamos proyectar, sin que se notara, la presencia de la edificación y, para ello, ideamos lo siguiente: los dos mares de lava que limitan la playa están cubiertos de agujas cristalinas que los hacen totalmente intransitables; tienen una extensión enorme, pero una profundidad de tan sólo tres o cuatro metros. La lava es aquí crujiente y blanda bastando el peso de una apisonadora corriente para abrir calles hundidas de tres metros, en el mar de lava. Igualmente podrían crearse diversos espacios, que con sólo cubrirlos por el sistema tradicional de la isla producirían las distintas viviendas y apartamentos con sus patios y jardines hundidos de tal forma que, al no sobresalir del mar de lava, quedarían protegidos de los vientos y sólo desde lo alto de Montaña Bermeja se podrían observar, como a modo de blancas telas extendidas sobre el terreno, las distintas viviendas desde las que se accedería a la playa por las calles empotradas en la lava. Todo esto, aparte de no modificar el paisaje desde los puntos de vista normales, estaba de acuerdo con la arquitectura y cultivos del país que se hunden en el terreno, creando maravillosos jardines escondidos y protegidos del viento”. [1]
Los bocetos publicados en la revista “Arquitectura” nº164, fueron expuestos en el ”lV Encuentro Bienal de Lanzarote 2007” como se ve en la fotografía siguiente:

 
Figura nº2_ HIGUERAS, Fernando. Montaña Bermeja. Año 1972. Fotografía de la Fundación Fernando Higueras en Madrid.
El panel de exposición es una página de “Arquitectura” nº 164 en la Exposición “lV Encuentro Bienal de Lanzarote 2007”

El los croquis a lápiz de FH se puede leer la siguiente descripción de los patios excavados y protegidos en el mar de lava negra cristalina de 3 ó 4 m de altura, respetando el paisaje virginal generado a partir de las erupciones volcánicas naturales que lo configuraron:

“La ideas de viviendas invisibles desde la playa adosadas a los patios y calles empotrados en la lava crujiente  y blanda fácil de cortar o apisonar creando fantásticos jardines hundidos para su protección contra el viento. Sólo desde lo alto de Montaña Bermeja se verán los tejados blancos de las viviendas”. [2]

La planta del lugar y sección de Montaña Bermeja es un rápido croquis conceptual que respeta la naturaleza y el entorno, al dar una respuesta arquitectónica en equilibrio con la manera de cultivar y edificar en Lanzarote.  En la propuesta aparecen jardines escondidos protegidos de los vientos y arquitecturas blancas en fuerte contraste con el negro mar de lava cristalino, blando y de fácil modelado.
Figura nº3_ HIGUERAS, Fernando. Montaña Bermeja. Año 1972.
Página publicada en “Arquitectura” nº 164. Bocetos de ideas de planta y sección

En el modo de habitar de los aborígenes, una manera de crear sus casas es en “tubos volcánicos subterráneos”, por debajo de la superficie. Las características de esta tipología de habitar buscaba: [3]
-       Protegerse de los fuertes vientos.
-       Ser cálidos en invierno y frescos en verano.
-       Una protección al no ser vistos a distancia. Ocultarse para estar protegido. Esto último en Montaña Bermeja se traduce en un respeto al hábitat natural y al paisaje desde la playa al estar las viviendas patio escondidas dentro del mar de lava como un laberinto protegidos de vientos y favoreciendo los jardines; el ocultamiento pasa a descubrirse desde lo alto de Montaña Bermeja.

O bien, otro modo de habitar de los aborígenes es a través de las denominadas “casas hondas”. Una descripción de las características de estos asentamientos los encontramos en las siguientes líneas:

“…una vivienda enteramente artificial, de una tipología muy particular, cuya característica más distintiva consistía en tener el piso excavado en la tierra de forma tal que la mitad o más de la habitación quedaba por debajo del nivel del terreno exterior, sobresaliendo sólo una parte relativamente corta de las paredes luego de revestir interiormente el hoyo que se había excavado previamente, de donde la escasa altura exterior de estas curiosas viviendas. Su planta era rotunda y de extensión más bien reducida. Las puertas ofrecían justo la suficiente amplitud para permitir el paso de una persona, y para facilitar el acceso a su interior se construía una pequeña escalera de piedras hasta el piso. Los techos solían ser abovedados cuando las habitaciones eran pequeñas, lográndose su ejecución por aproximación de las sucesivas hiladas de la pared hasta converger en lo alto en el centro o vértice superior, o bien disponiendo grandes lajas en forma de cúpula sobre la pared, pero también se armaban a base de troncos y ramas de arbustos, siendo en todos los casos recubiertos finalmente con ripios y tierra amasada con paja, especialmente la clase de tierra que en la isla recibe el nombre de ‘tegue’, una especie de polvo fino que luego de ser mezclado con agua adquiere bastante dureza al fraguar, poseyendo aceptables propiedades impermeabilizantes”. [4]

Se puede encontrar algo de similitud, quizás inconscientemente por parte de FH, entre el modo de habitar de los aborígenes de la isla en tubos volcánicos subterráneos  o en la tipología de casas hondas y la propuesta de Montaña Bermeja.

FH en esta propuesta escucha el lenguaje del lugar, analiza su paisaje y juega con sus elementos naturales eligiendo el marco favorable para situar el hábitat del hombre en total armonía con el paisaje respetándolo y adaptándose completamente a él. Siendo “la casa” un elemento más en ese marco, siendo “la casa” la cueva escavada en la que el hombre se protege, vive y participa del lugar como un elemento natural más.

En estas propuestas de arquitecturas y jardines hundidas podemos leer e intuir el amor de FH por las arquitecturas enterradas en completa armonía con el lugar, recogiendo de él cobijo y protección natural: “la cueva”.



[1]  HIGUERAS, Fernando (texto de). “Montaña Bermeja”. ARQUITECTURA”, nº164. Órgano Oficial del Colegio de Arquitectos de Madrid. Editado en COSOL, S.L. Madrid en Septiembre de 1972. Año 14.
[2] HIGUERAS, Fernando (transcripción del texto de). Escrito a puño y letra de FH al lado del croquis mano alzada de las ideas ante-proyectuales de Montaña Bermeja.
[4]  PALLARES PADILLA, Agustín. Diario “El Día” de Tenerife, el 10 de agosto de 1986.

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